miércoles, 17 de agosto de 2016

Tener un confidente


Todo el mundo, o por lo menos la mayoría tiene a una persona con la que siempre cuenta, ya sea un mejor amigo/a, mama, papa, hermana/o, etc, y esa persona es tu confidente, la persona en la que puedes confiar cualquier problema y saber que te dará excelentes concejos, sinceros y que te son de mucha ayuda para tus problemas.

Estos “confidentes” pueden ser muy buenos porque en momentos difíciles te ayudan a drenar tus emociones en una charla, te pueden aconsejar o dar una opinión, o con solo el simple hecho de escucharte puede hacer un bien en ti.

Siempre es bueno tener a alguien con quien tú puedas confiarles tus cosas y saber que siempre va a tener algo bueno que decir, pero no siempre se suele confiar en la persona indicada, a veces solemos confiar en alguien que no le importan nuestros problemas lo más mínimo, o que te escuchan solo para chismear, o hacerte mal. Por lo que siempre hay que saber en que confiar, y sobre y también que, no siempre es aconsejable hacerle saber mucho a alguien sobre ti, porque uno no sabe las vueltas que da la vida. En algunas ocasiones, hay cosas que se deben guardar para sí mismo y a su vez porque hay muchas personas mal intencionada.

Siempre se ha dicho, que la persona en la que puedes confiar plenamente y con la seguridad que nunca te traicionara es tu madre, y aunque es cierto, no podemos negar, que en ocasiones, hay cosas que no podemos o que no nos atrevemos a decirle a nuestras madres por distintas razones, por lo que pasamos a la segunda persona de mayor confianza.

No sé ustedes, pero yo soy de las personas que me encanta escuchar los problemas de alguien y ayudarlo con un consejo, y en su caso, también busco consejos cuando estoy en una situación apretada. Pero solo les digo que cuiden en quien confiar sus cosas, y si son de las personas que no les gusta hablar de sus problemas con otras, les puedo dar una recomendación: escriban. Esa es una muy buena opción para drenar emociones. Escribe tus problemas, libérate, hará mucho bien sacar cosas que te reprimen.

Cuéntenme, ¿tienes un confidente? ¿Les gusta dar concejos? ¿Escriben sus problemas?